miércoles, 30 de mayo de 2012

Significados incorrectos

“En general, el hecho de sentir ira, ansiedad, tristeza o alegría ante un determinado encuentro depende de nuestra interpretación, del significado que le demos. Si no interpretáramos el significado de los acontecimientos antes de reaccionar, nuestras respuestas emocionales y nuestra conducta serían espontáneas, sin relación alguna con las circunstancias del momento. Cuando seleccionamos y procesamos correctamente la información, tenemos una probabilidad mayor de extraer lo relevante de cada situación. Como consecuencia, nuestros sentimientos y nuestra conducta son apropiados. Si el significado es: «Estoy en peligro», entonces me siento angustiado; si es: «Me tratan mal», me siento furioso; si es: «Estoy solo», me siento triste; si es: «Me quieren», me siento contento.”

Sin embargo, si doy a la información que recibo un significado incorrecto o exagerado, puedo sentirme angustiado cuando debería sentirme tranquilo o contento cuando debería sentirme triste. Cuando un prejuicio o predisposición afecta al procesamiento de la información (o cuando nuestra información es en sí misma incorrecta), entonces nos volvemos propensos a reaccionar de una forma inapropiada.”

Aaron T. Beck:  Prisioneros del odio  (Ed. Paidós)