jueves, 10 de febrero de 2011

Nuestro modo de pensar

“Las dos últimas décadas han presenciado un rápido acopio de conocimientos sobre los problemas de la mente […] Esta nueva interpretación de los problemas psíquicos se ha aplicado también en un amplio campo de perturbaciones, que incluye la depresión, la ansiedad, los trastornos de pánico, los obsesivo-compulsivos y aun los de la alimentación, como la anorexia y la bulimia. Este enfoque, llamado terapia cognitiva, forma parte de un movimiento más amplio en psicología y psicoterapia denominado “revolución cognitiva”.

“La palabra cognitivo, derivada del término latino que implica el “pensamiento”, se refiere a la manera en que los hombres elaboran juicios y toman decisiones y cómo unos interpretan o malinterpretan las acciones de otros. Esa revolución suministró un nuevo enfoque sobre la manera en que los hombres usan la mente para resolver los problemas, para crearlos o agravarlos.”

Nuestro modo de pensar determina en gran medida si alcanzaremos nuestros objetivos y disfrutaremos de la vida o incluso si sobreviviremos. Si nuestro pensamiento es sencillo y claro, estamos mejor equipados para alcanzar esas metas. Si está empantanado por significados simbólicos distorsionados, razonamientos ilógicos e interpretaciones erróneas, nos volvemos, en verdad, ciegos y sordos. Si avanzamos sin tener un claro sentido de hacia dónde nos dirigimos o de qué hacemos, estamos condenados a lastimarnos a nosotros y a los demás.”

Aaron T. Beck:  Con el amor no basta  (Ed. Paidós)