miércoles, 18 de noviembre de 2009

Esquemas

“La Terapia Cognitiva comenzó a principios de los sesenta como resultado de los estudios de Beck sobre la depresión (Beck, 1963, 1964, 1967, 1972). Inició el trabajo intentando validar la teoría freudiana de que la depresión es el resultado de la ira dirigida hacia el yo. Al intentar validar esa teoría, Beck hizo observaciones clínicas de pacientes depresivos y examinó sus sueños y el contenido de su pensamiento según los principios del psicoanálisis tradicional. En lugar de hallar irá reflejada en los pensamientos y sueños, observó un sesgo negativo en el proceso cognitivo de los depresivos. Tras realizar una serie de estudios clínicos y de investigaciones, Beck desarrolló la teoría cognitiva de los trastornos emocionales (Beck, 1976) y a continuación elaboró el modelo cognitivo de la depresión (Beck, Rush y Cols. 1979).”

“Los problemas psicológicos se perciben como originados por procesos comunes tales como aprendizajes defectuosos, inferencias incorrectas fundamentadas en información inadecuada o equivocada, y no saber distinguir adecuadamente entre lo imaginario y lo real (Kovacs y Beck, 1979). A menudo, los individuos plantean estándares que son demasiado absolutos y rígidos, basados en presupuestos erróneos. Estos estándares se derivan de esquemas o complejos patrones de pensamientos que determinan cómo se perciben y conceptualizan las experiencias. Estos esquemas o patrones de pensamiento se usan aún cuando no existe información contextual. Pueden servir como mecanismos de transformación que configuran los datos que se incorporan, de tal forma que se ajusten a nociones preestablecidas (Beck y Emery, 1979). Por ejemplo, un hombre con un determinado esquema puede pensar “Estoy predestinado al fracaso” y siempre considerará negativa una evaluación de su trabajo aunque en general sea positiva o neutral.”

“Esta distorsión de la experiencia se perpetúa por errores característicos del procesamiento de la información. Beck (1979) sugirió que distintos pensamientos falaces contribuyen a preservar los trastornos psicológicos. Por ejemplo, en la alteración psicológica aparecen errores sistemáticos al razonar que se conocen como “distorsiones cognitivas” como son: Inferencias arbitrarias, personalización selectiva, pensamiento dicotómico, etiquetado y etiquetado erróneo, visión de túnel, explicaciones sesgadas y lectura de la mente. Un objetivo del proceso terapéutico cognitivo es ayudar a los clientes a analizar las distorsiones cognitivas y a elaborar para desarrollar formas más equilibradas de evaluar sus experiencias. Hay todo un listado de técnicas terapéuticas diseñadas para identificar tales errores de razonamiento y cotejarlos con la realidad. Aprender estos métodos ayudan a corregir creencias disfuncionales (esquemas) y las distorsiones que originaron tales cogniciones. En suma, el individuo aprende a corregir sus pensamientos defectuosos que creía infalibles. Esto se logra identificando las predicciones basadas en creencias disfuncionales y evaluándolas mediante la identificación de datos adicionales. El terapeuta ayuda al cliente a evaluar la validez de las creencias disfuncionales mediante las explicaciones alternativas, para que el individuo adopte estas respuestas alternativas como parte de su estilo general de pensamiento, creando así una nueva manera de ver los hechos de la vida.”

Armando Martínez Portillo: Curso de Terapia Cognitiva (Universidad de San Martín de Porres)
http://www.scribd.com/doc/20930113/9%C2%BA-Terapia-Cognitiva