sábado, 3 de octubre de 2009

Esperar lo mejor

“No se trata de afirmar que todo va a ir bien sin hacer nada, esperando una acción mágica de cualquier tipo. Aquí se habla de que el sujeto es partícipe activo en su propia vida y que tener interpretaciones, creencias y expectativas optimistas determinará una mayor positividad en lo que ocurra, no porque tenga una lámpara de Aladino que ilumine su vida y realice las buenas realidades a medida de sus deseos, sino porque esperar y procurar lo mejor le lleva a dar unos pasos concretos que lo transportan más cerca de sus sueños.”

“Ser feliz no es sinónimo de ser favorecido por la suerte, sino que la suerte (también) se construye. Podemos ser más felices si somos optimistas en relación con nuestros propios problemas y si los encaramos con actitudes positivas, incluso en las situaciones más traumáticas.”

“Por eso, no iremos en busca de equilibrios perfectos, de vidas sin errores o repletas de situaciones imposibles de superar; iremos a descubrir nuestro mundo interior, en pos de un nuevo entendimiento de las experiencias reales. De ese modo, queremos encontrar nuevas fuerzas, otras miradas, cambios de rumbo y construir transformaciones que nos acerquen más a la verdadera y saludable alegría, a pesar y a partir de los fracasos y las dificultades.”

H.A. Marujo y otros: Pedagogía del optimismo (Ed. Narcea)